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Luna Rossa estrena menú con vinos italianos exclusivos

Luna Rossa estrena menú con vinos italianos exclusivos

El restaurante italiano Luna Rossa acaba de lanzar por vez primera un menú degustación. Lo hace con motivo de su 30º aniversario y con el objetivo de recopilar en una sola minuta algunos de los platos más solicitados por su público.

Redaccion—22 de noviembre de 2024


Con un precio cerrado de 49 euros, IVA incluido, la propuesta consta de seis pases y cuatro vinos. Para abrir boca, un carpaccio de picaña con trufa negra de temporada -ingrediente éste habitual en la cocina de Luna Rossa- que deja paso a la emblemática berenjena gratinada en el celebérrimo horno de leña del establecimiento, el primero que se construyó en Madrid al estilo ortodoxo napolitano. Les sucede una sopa de cebollas pochadas con guanciale crujiente, queso fundido y huevo, un plato de cuchara que por su densidad casi se podría comer con tenedor, ideal para entonarnos antes de los tubettoni con frutti di mare y crema de alubias blancas.
Previos al postre, unos bocaditos de bacalao con friarielli, esos brotes tiernos de grelos que llegan fresquísimos cada semana y que se saltean en aceite de oliva virgen extra -el único que se utiliza en Luna Rossa- con ajos y guindilla. Y, para terminar, sorpresa de chocolate y cannolo de ricotta de oveja, naranja confitada y granela de pistacho.

Todos estos platos se sirven acompañados de una selección de vinos italianos sumamente especiales. De la amplia bodega del restaurante, con casi 60 referencias, se han seleccionado cuatro muy exclusivos. Los entrantes se sirven con Trentapioli, un sorprendente espumoso de la DOCG Asprino d’Aversa Spumante. Las vides donde nacen las uvas con las que se elabora crecen en altura trepando por el tronco de los álamos hasta alcanzar los 18 metros. En un alarde de auténtica viticultura heroica, casi acrobática, los viñadores las recolectan racimo a racimo valiéndose de unas largas y estrechas escalas de madera hechas a su personal medida, en las que encajan pie y rodilla para poder accionar libremente con ambos brazos. El ancestral cultivo se conoce como «alberata aversana», una herencia de la que podemos disfrutar en las copas de Luna Rossa.

Para acompañar los platos fuertes se han elegido dos joyas de Cantina Perillo, el blanco Irpinia Coda di Volpe DOC y el tinto Taurasi Riserva DOCG de la añada 2012. La empresa Perillo es el máximo referente de la excelencia vitivinícola del Valle de Calore. Sus viñedos producen uvas únicas de la variedad agliánico, con las que se elabora Taurasi Riserva, un vino que nunca sale al mercado antes de que haya transcurrido una década desde su añada. Entre el agliánico se encuentran salpicadas algunas cepas de una variedad blanca conocida como coda di volpe, unas plantas prefiloxéricas que recolectan cuidadosamente a mano. Con ellas se produce Irpinia Coda di Volpe DOC, un elegante blanco que se comercializa después de dejarlo reposar dos años sobre lías finas y otros tres en la botella.

 

Al llegar al apartado dulce abandonamos la Campania, patria de Anna Carla Zucchini, propietaria del establecimiento, y viajamos más al sur, hasta Sicilia, de donde procede el Marsala Superiore Dolce de la bodega Vito Curatolo Arini, un ensamblaje de tres varietales, grillo, catarratto e inzolia. Este vino fortificado, nada empalagoso, despliega aromas a frutos secos que preconizan una boca con notas de almendra amarga. En la firma, fundada en el siglo XIX, aseguran que era el favorito de Garigaldi. Puede ser cierto, pero lo que es indudable es que resulta idóneo para acompañar la “sorpresa de chocolate” y el cannolo.

Además de estas rarezas enológicas, Luna Rossa cuenta en su nómina líquida con muchos otros vinos exclusivos, como Valentini Trebbiano 2019 IGT, de Bodega Valentini. La célebre firma sirve unas pocas botellas para un puñado de restaurantes con estrellas Michelin por todo el mundo, y a Luna Rossa, excepcionalmente, le suministra algunas unidades al año. Las más diversas regiones productoras de Italia tienen representación en la carta de vinos de Luna Rossa, desde Veneto a Campania pasando por Trentino, Marche, Sicilia, Calabria, Puglia, Toscana o Abruzzo. La mayoría de las referencias, además, pueden pedirse por copas. Y, lo mejor de todo: con un margen de beneficio por botella tan ajustado que permite al comensal disfrutar de vinos excelentes a un buen precio.

El 30 cumpleaños de Luna Rossa es, sin duda, un buen pretexto para catar algunos de ellos en el menú degustación diseñado para la efeméride.