El restaurante italiano de Madrid con cocina napolitana de verdad por el que pasaron de Lola Flores a Pavarotti
En una calle escondida del centro de Madrid está Luna Rossa, un restaurante italiano que rinde homenaje a la cocina napolitana más auténtica, casera y sabrosa. ¿Su secreto? Una carta honesta, elaborada con mimo, productos traídos directamente desde Italia y precios asequibles. Aquí, la pizza no es solo pizza: es una experiencia, y el comienzo de un viaje a la cocina del sur de Italia.
POR JOSÉ MANUEL RODRÍGUEZPUBLICADO: 30/06/2025
Dice el chef y gurú de la gastronomía Ferrán Adrià que "de cada diez restaurantes y bares que abren, seis no durarán más de cinco años". El universal genio español lo tiene claro, poniendo sobre la mesa lo difícil que es el mundo de la restauración y la hostelería por mucho que brille y haga ruido en estos tiempos. Un ejemplo lo tenemos en Madrid, una de las cunas de la gastro mundial en este momento, que en lo que llevamos de 2025 ya ya tenido más de 100 cierres -por muchos y diferentes motivos-. Pero siempre hay restaurantes que logran perdurar en el tiempo hasta transformarse en clásicos a los que volver una y otra vez y acaban por convertirse en refernte. Es lo que pasa con el restaurante italiano Luna Rossa, un imprescindible de Madrid.
Abierto en 1994, Luna Rossa ya suma 31 años con su cocina echando humo y su horno de leña a toda mecha, dando de comer, y muy bien, a precio asequible, a aquellos que buscan la auténtica cocina napolitana casera. Fue el sueño de su fundador, Giuseppe Zucchini quien quiso traer la cocina de su tierra a la capital española, y hacerla llegar con su calidad y precios contenidos a la mayoría de la clientela entre quienes se han encontrado a lo largo de las décadas personalidades tan conocidas como Lola Flores, Miguel Ríos, Joaquín Cortés, Javier Bardem... e incluso Luciano Pavarotti.
Zucchini se inspiró en una canción de Claudio Villa para el nombre del restaurante, localizado en el 24 de la calle San Bernardo, en el distrito centro, donde es un auténtico iconono de la restauranción italiana. Desde luego es uno de los italianos más antiguos de Madrid.
Actualmente Luna Rossa está regentada por su hija Anna Carla, que nos explica: "Luna Rossa es como una casa de comidas. Esto no es un fondo de inversión, es un restaurante de verdad, como una taberna pero con un poco más de clase. Hace años quité el nombre de 'trattoria', porque no es lo mismo que hace 20 años. Las 'trattorias' han tenido una evolución y quise subir un escalón. Y lo hemos hecho. Mi padre comenzó la bruschetta, la mozzarella.. y evolucionamos".
El corazón de Luna Rossa
Es su horno napolitano, construído con piedra volcánica de Sorrento y ladrillo, con un tiro natural y sin ningún motor extractor, es el coazón del restaurante. Eso sí, hubo que rehabilitarlo en 2014, pero mantiene su esencia. Nadie puede evitar quitar la mirada cuando las llamas que produce la leña juguetean en su interior. Por esono te extrañe que la gente se acerque a las puertas de la cocina a curiosear. Incluso te invitan a pasar para que pierdas detalle.
La propuesta gastronómica de Luna Rossa, a grandes rasgos, se centra "en comer bien, una buena pasta que traemos de Gragnano, cerca de la Costa Amalfitana; un buen aceite de oliva de virgen extra, tomates de verdad de San Marzano, las aceitunas son de Sicilia, los taralluci de Puglia, la masa de la pizza la hacemos con una harina seleccionada y tardarmos un día y medio en hacerla... Aquí es todo casero. En definitiva se trata de hacerlo todo con una buena materia prima y un producto honesto traído de Italia, en un ambiente familiar, tradicional y auténtico", explica Anna Carla.
El restaurante es pequeño, coqueto, para unos 34 comensales. Redujeron aforo durante la pandemia quitando mesas y ahora les gusta más, pensando siempre en el cliente. "Queremos que sea un sitio cálido, familiar. Que no haya mucho ruido con mucha gente. Porque aquí se viene a comer bien, a tomarse su vinito y a probar lo que hacemos cada día".
La decoración de Luna Rossa te transporta a una calle del antiguo Nápoles, con un estilo rústico con paredes de ladrillo y blancas encaladas, azulejos de colores hechos y traídos desde Italia exclusivamente para ellos, y otros elementos sencillos que te sitúan en la Costa de Amalfi, así como cuadros y caricaturas de esta zona italiana.
Nueva carta estival
Con una cocina que cambia varias veces al año fijándose en la temporalidad. Eso sí, siempre hay básicos que Anna Carla recomienda para probar como las pizzas, destacando "la pizza marinara, que solo lleva tomate. Es sin queso, sin mucha cosa... pero es que la salsa de tomate es muy especial. O la pizza Margherita, que también en deliciosa. También probaría los Tubettoni ai frutti di mare e cannellini, los Pennoni al ragù di genovese napoletana..."
Ahora con la llegada del verano, la carta de Luna Rossa se ha renovado con recetas auténticas y únicas como el risotto de gambas rojas de Huelva, una fusión de tradición italiana y uno de los productos más reconocidos de las costas españolas. Se acompaña de calabacín biológico -de menor tamaño y mayor potencia sápida que el convencional- y arrozcarnaroliy el exclusivo queso Provolone del Monaco DOP.
Otro de los platos estrella para este verano 2025 son los linguine all'aragosta e 'nduja di Spilinga, que llevan medio kilo delangosta, pasta di Gragnano IGP, tomates naturales de Sicilia y 'nduja (sobrasada) de Spilinga IGT -un poco picante- de la famosa localidad calabresa. Se sirve con la langosta bañada en una salsa cremosa y está lleno de intensidad, elegancia y acervo mediterráneo.
La carta se completa con nuevos entrantes frescos, pescados recién llegados al mercado y nuevas pizzas. El pizzaiolo de Luna Rossa se ha dejado llevar por un productazo como es la gamba de Huelva para crear, por ejemplo, una pizza de gambas rojas de Huelva, que en el horno de leña al estilo napolitano; así como otras llamativas opciones como la pizza lacalabrese, con spianatade-una suerte de salami-. La nueva carta de verano es un viaje por los sabores de Calabria, tal y como comen allí en casa.
Una bodega "a la italiana"
Para rematar, destacable es también la bodega de Luna Rossa repleta de referencias italianas y también tesoros españoles, de los que conoces pero también de los que sorprenden. Cuentan con unas 80 referencias, de los que la mayoría pueden degustarse por copas.
De su tierra tienen vinos de Irpinia como el tinto Taurasi Riserva DOCG, con un envejecimiento superior a 10 años o el blanco Irpinia Coda di Volpe DOC, ambos de la bodega Perillo. Tienen vinos de autor de bodega I Cacciagalli, como Mille; vinos de la provincia de Benevento, famosos por la sofisticada de la uva blanca que se cultiva en la caldera volcánica de Campi Flegrei, pegada a Nápoles, como Sette Vulcani, blanco de bodegas Salvatore Martusciello; así como etiquetas de la DOCG Greco di Tufo, con vinos como Giallo D'Arles, de la bodega Quintodecimo.
No faltan los spumanti (espumosos) de la DOCG Asprinio d'Aversa. De la Toscana importan vinos estructurados y longevos como los Chianti Classico DOCG o los Brunello di Montalcino DOCG, entre ellos el Argiano-elegido Vino del Año 2023 por la Wine Spectator con su añada 2018- y también Gianni Brunelli 2019, Capanna 2018 o Il Marroneto. Del mismo modo, adquieren vinos de parcelas singulares, como Baron’ Ugo Toscana Rosso IGT, de bodega Monteraponi.
Hay muchas joyas más como Tenuta San Guido 2015 Bolgueri Sassicaia DOC, el tinto Negroamaro Salento IGP; de la bodega Emidio Pepe de Abruzzo, o de la bodega Ca’ La Bionda; un Amarone della Valpolicella (70% uva corvina, 20% corvinone y 10% restante de rondinella y molinara) y un Valpolicella Ripasso llamado Malavoglia. Y, como no, barolos del Piamonte como Ferdinando Principiano 2012 o Brico Boschis 2015; blancos de Le Marche.
En la parte líquida de este restaurante, como en toda su propuesta, hay que dejarse llevar. Y dsfrutar mucho.